Zarelia: periodismo que transforma imaginarios de violencia y desigualdad

 

En la Quinta Edición del Festival Zarelia, que se desarrolló el 26 y 27 de agosto de 2024 en Quito, Ecuador,  uno de los ejes de reflexión fue la violencia de género y las desigualdades, y cómo el periodismo puede aportar a transformarlas, con otras narrativas más inclusivas, visibilizadoras y esperanzadoras.

 

Por: Reiny Ponce y Ana Gómez, Revista Brújula @revista_labrujula

Publicado 09 de diciembre del 2024

 

Una juventud que vislumbra esperanza

En el foro “Cambiar las narrativas para transformar los imaginarios de violencia y desigualdad desde una apuesta interseccional” las ponentes Gloria García,  Paola Gutiérrez de Oxfam; Quimy de León de Ruda y Prensa Comunitaria; Caracol López de AJ+ Español; y Juanita Francis de Amandla compartieron las experiencias de sus medios en la cobertura sobre violencias y desigualdades, y cómo las han transformando a narrativas que visibilicen la existencia, las luchas, y rescaten la memoria y la esperanza de las personas más afectadas.

Gloria García, directora regional para Latinoamérica y el Caribe en Oxfam, enfatizó la necesidad de combatir las desigualdades, muchas de las cuales, en América Latina y el Caribe, tienen rostro de mujer. En su discurso, subrayó que la violencia de género se manifiesta de múltiples maneras y que los contextos culturales a menudo facilitan y validan estos actos. Para abordar este problema, en 2019, Oxfam realizó el primer informe Rompiendo Moldes, con el objetivo de entender los cambios culturales y las dinámicas subyacentes en torno a los estereotipos que reproducen la violencia, especialmente en las juventudes. García afirmó que es crucial redefinir los imaginarios que perpetúan la violencia, que muchas veces es aceptada por su arraigo social y representa un obstáculo que necesita ser superado. “En los movimientos de jóvenes, desde los activismos, desde el movimiento feminista hay una voz esperanzadora”, dijo, destacando que el estudio revela que los imaginarios están evolucionando, lo que podría resultar en un impacto positivo en cambiar las violencias. En este camino, el papel del periodismo feminista es vital ya queno solo fomenta el debate sobre violencia de género, sino que también ayuda a establecer narrativas que transforman imaginarios y sensibilizan a la población.

Paola Gutiérrez, oficial de Prevención de Violencia de Género en Oxfam, resaltó la importancia de nombrar la violencia para poder comunicar mensajes de esperanza. También destacó el impacto significativo del activismo juvenil feminista y LGBTI en desafiar el legado cultural de la violencia de género ligado al patriarcado.

El informe «Rompiendo Moldes 1» presenta hallazgos sobre cómo los imaginarios sociales entre los jóvenes perpetúan la violencia de género, pero también identifica cambios positivos. Gutiérrez señaló que hay una creciente aceptación de la diversidad frente a ideas preconcebidas sobre los roles de género, lo que brinda luz de esperanza. La organización está presta a presentar una segunda parte del informe, “Rompiendo Moldes 2” donde incluye la mirada interseccional hacia cómo se reproducen la violencia de género, en cruce con las desigualdades relacionadas a la clase social, etnia, raza, origen, entre otras.

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De la cobertura diaria a un periodismo feminista y comunitario

Quimy De León, fundadora de Ruda y Prensa Comunitaria, propuso un enfoque renovador para abordar los imaginarios en torno a la violencia, desde el periodismo feminista y comunitario.

La periodista abordó cómo la ruptura de paradigmas tradicionales incluye un cuestionamiento a los principios tradicionales del periodismo, como la supuesta neutralidad. “Nosotras no negamos que parte del motor que hace que desarrollemos nuestro periodismo tiene como su base el activismo y que proviene también de las calles y de los espacios organizativos”.

De León también enfatizó sobre el trabajo con comunidades vivas y la importancia de trabajar con comunidades organizadas, ya sean indígenas, mestizas, sindicatos o movimientos estudiantiles. Esta estrategia permite que el periodismo comunitario respete y refleje la realidad local, al mismo tiempo que aporte una perspectiva global. En este sentido, el periodismo no solo informa, sino que también actúa como un agente de movilización social, manteniendo la memoria histórica y promoviendo narrativas de esperanza y resiliencia.

Un periodismo comprometido con la comunidad y con las luchas feministas puede ser una herramienta poderosa para transformar los imaginarios sobre la violencia, favoreciendo narrativas más inclusivas y justas.

La historia de Esmeraldas, una provincia de Ecuador, tal como la comparte Juanita Francis, cofundadora del medio Amandla y parte de Mujeres de Asfalto, pone de relieve la complejidad de un territorio que ha sido marcado por la violencia, el racismo y la deshumanización, al tiempo que resalta la resiliencia y fortaleza de su pueblo. La creación de Amandla como un medio de comunicación comunitario y feminista fue un paso significativo para reclamar la narrativa y visibilizar las vivencias de las mujeres negras en Ecuador que a menudo son invisibilizadas o distorsionadas en los medios de comunicación tradicionales.

Amandla no solo se centra en la ética de la narración, sino también en la necesidad de desmantelar estereotipos y ofrecer una representación fiel de la realidad de los territorios y sus habitantes. La violencia simbólica que actúa a través de racismo y sexismo se enfrenta al promover una narrativa inclusiva y empoderadora.

“Nuestro compromiso es que las voces territoriales sean auténticas y portadoras de verdad. Cimarronear la comunicación es un acto político y de reparación para nosotras, para nuestros territorios. Es una contribución para dignificar la vida y transformar el imaginario colectivo”, expresó Francis.

En un contexto donde los medios tradicionales a menudo perpetúan estereotipos dañinos, iniciativas como Amandla representan una resistencia vital y una oportunidad para construir un futuro más justo y equitativo en el campo de la comunicación y el periodismo.

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Desde el río hasta el mar: Palestina Libre

“Hemos tenido líneas de atención de salud mental, talleres acerca del trauma, hemos hecho vigilias por nuestras compañeras y compañeros asesinados y sus familias. Ese es uno de los mayores retos, pero estoy muy agradecida de tener que hacer la cobertura más importante de mi vida periodística “Desde el río hasta el mar: Palestina libre”, expresó Caracol López de AJ+ Español, la plataforma digital para jóvenes de América Latina, de la cadena Al Jazeera

López compartió la experiencia del medio en la cobertura del conflicto en Palestina, resaltando la importancia de abordar esta temática con un enfoque cuidadoso y fundamentado. Entre los puntos claves de su intervención expuso que en lugar de centrarse exclusivamente en los eventos de violencia, el medio eligió explorar temas desde la interseccionalidad, destacando el impacto de las decisiones de poder sobre grupos vulnerables como las mujeres y la niñez. Se enfocaron en la violencia sexual como herramienta de guerra, un punto subrayado que dialoga con la propuesta teórica de la antropóloga feminista Rita Segato y lo que han denunciado organismos de derechos humanos con respecto al genocidio.

López propuso un periodismo de esperanza, un enfoque que resalta la resistencia y la dignidad de los pueblos afectados por el conflicto y las políticas genocidas. Desde su medio, buscan presentar historias que reconozcan la agencia y la lucha de las comunidades, en vez de solo reportar sobre la violencia y el sufrimiento.

En este contexto es necesaria una cobertura que sea consciente, inclusiva y empoderadora, utilizando un enfoque multifacético para lograr un entendimiento más profundo y matizado de situaciones complejas.

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Transformar imaginarios a través del periodismo feminista

Otro de los espacios para discutir este eje, fue la Mesa 7 denominada: “Prácticas comunicacionales y periodísticas para transformar imaginarios de género y desigualdades, donde periodistas feministas compartieron las experiencias, aprendizajes y reflexiones en sus medios y en la academia para construir una sociedad inclusiva y justa para las mujeres y las personas de las diversidades sexo genéricas.

Las panelistas hablaron  sobre cómo visibilizar las realidades y las denuncias de las injusticias que enfrentan las mujeres en el sistema patriarcal, a través de campañas, reportajes periodísticos e investigaciones académicas.

Un ejemplo es la ejecución de la campaña “Cambia Ya”, impulsada por el medio Todas de Puerto Rico, que en respuesta a las violencias y desigualdades que enfrentan las mujeres, la campaña utilizó componentes de contenido educativo para sensibilizar a los públicos en redes sociales, con formación a jóvenes líderes de comunidades y la creación de contenidos realizado a manos por las mismas juventudes.

Cristina del Mar Quiles, periodista del medio feminista Todas, habló que la campaña Cambia Ya, “es un esfuerzo que apela al cambio individual, pero la violencia machista es un problema estructural y sistémico”. Junto al movimiento feminista señalaron la responsabilidad del gobierno para prevenir la violencia, logrando que el gobierno puertoriqueño declarara un “estado de emergencia contra la violencia machista”.

Pese a los contextos políticos totalitarios, existen medios y periodistas que mantienen el compromiso de documentar, de crear memoria feminista y y visibilizar los problemas estructurales, la violencia y las desigualdades que enfrentan las mujeres y disidencias sexuales. En El Salvador, el contexto político ha provocado una serie de retrocesos en los derechos de las mujeres y población LGBTIQ+, y ante la necesidad de cuestionar y visibilizar estas desigualdades, Karla Chicas, social media manager de Alharaca presentó los diversos esfuerzos que han hecho desde investigaciones, productos engagement y campañas con una narrativa esperanzadora, “consideramos que el periodismo debe evolucionar hacia una versión que lo haga más relevante para las audiencias y difundir estas alternativas transformadoras”.

Ante el manejo de información y tratamiento periodístico de medios tradicionales y sensacionalistas, el periodismo feminista abre otras formas de narrar la realidad y  visibiliza cómo afecta esto a las mujeres y las disidencias. Cristina Bazán, periodista de Efeminista, la agencia especializada en género de la Agencia de Noticias EFE, recalcó que el periodismo feminista o con perspectiva de género es la única forma de hacer un periodismo honesto, completo y objetivo.

Explicó que desde Efeminista,, realizan un trabajo periodístico que busca no replicar los estereotipos hacia las mujeres y presentan los hechos desde la punto de vista de las mujeres “buscamos fuentes, seguramente hay alguna persona, generalmente las mujeres, que se han hecho estas preguntas y han estudiado los fenómenos; si no hay estudios también es un dato importante a revelar”.

Ludmilla Morales, investigadora de Flacso Ecuador, reflexionó sobre cómo los medios son parte de la reproducción social de la desigualdad de género en contra de las mujeres que tienen una participación política y cómo las violencias también se reproducen hacia las periodistas feministas, “hacemos un periodismo que es político, que es activista, que es socialmente comprometido, hay que mirar también las violencias que vivimos dentro del concepto de violencia política”.

La violencia política hacia mujeres periodistas busca reducir el ejercicio de los derechos políticos, de la imagen pública y el derecho de libertad de expresión de las mujeres. El desafío es visibilizar y analizar los patrones de exclusión de las mujeres en los medios.

Fabiola Gutiérrez de la Red de Periodistas y Comunicadoras Feministas de Chile y parte de Mujeres en el Medio, también abordó la re-existencia digital de las mujeres frente a la violencia y desinformación. Las mujeres son el objetivo de ataque en el espacio digital y  atraviesan a los ámbitos físicos, mentales, psicológico. Esto genera un efecto que va desde la autocensura hasta el retiro de sus espacios de trabajo.

A través de una sistematización de la violencia digital, la Red de Periodistas y Comunicadoras Feministas logró construir un manual con puntos importantes para desafiar este panorama de violencia y continuar en el camino narrativo que contrarresta los discursos de odio como la violencia digital y la desinformación de género.

Para Patricia Hidalgo, investigadora de la Red de Politólogas de Ecuador, la experiencia dentro del Observatorio de género de la Universidad UTE en la elaboración de campañas que sensibilizaron temas de género tuvo un buen impacto en la comunidad universitaria, y apuntó sobre la responsabilidad de realizar campañas, publicidad y trabajos periodísticos con  mensajes, palabras e imágenes que refuercen a una sociedad inclusiva y fuera de los estereotipos de género.

Las experiencias y el camino recorrido de las periodistas e investigadoras para transformar los imaginarios colocaron nuevos puntos de vista para seguir construyendo narrativas desde un periodismo feminista para la esperanza.

Además, el periodismo feminista se presenta como una respuesta crítica contra el sensacionalismo y los estereotipos de género predominantes. Se erige como una herramienta clave para transformar imaginarios de género, desafiar estructuras de poder y visibilizar las luchas de mujeres y disidencias, contribuyendo a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.