Aprendizajes sobre las migraciones desde una perspectiva feminista y de derechos humanos

Por Ximena Castilblanco Morazán
Publicado diciembre 2024
En Abya Yala, las migraciones, especialmente las forzadas, siguen afectando de manera desproporcionada a mujeres y diversidades. Desde el periodismo y la comunicación feminista, narrar estas experiencias desde las voces de quienes las viven, desafiando las narrativas hegemónicas que perpetúan estigmas y exclusiones, es una tarea imprescindible de todos los días. En este contexto, iniciativas comprometidas con documentar, sensibilizar y promover cambios sociales se destacaron en la Quinta Edición del Festival Zarelia, un espacio que reunió a más de 100 proyectos de la región para intercambiar aprendizajes y estrategias en torno a los desafíos de las migraciones y sus impactos desde una perspectiva feminista.
Este año, el Festival Zarelia profundizó en su enfoque de migraciones, un tema ya abordado en ediciones anteriores, incorporando nuevas perspectivas desde una mirada feminista y de derechos humanos. Entre las actividades destacadas, se incluyó la mesa “Narrar la migración desde una mirada feminista y de derechos humanos,” realizada el primer día del festival en la Universidad Andina, con la participación de reconocidas periodistas y comunicadoras de la región. Además, se llevó a cabo un taller virtual titulado “Narrar las migraciones en clave feminista, de derechos humanos y soluciones” durante septiembre, donde se exploraron soluciones y análisis más amplios sobre las migraciones en América Latina.
Ampliando el eje de migraciones en Zarelia 2024
En la mesa temática ‘Narrar la migración desde una mirada feminista y de derechos humanos’, Gloria García Parra, Directora Regional de Oxfam en Latinoamérica, presentó el estudio “Entre la empatía y el rechazo. Percepciones sobre la migración venezolana en Colombia, Perú y Ecuador”, que se enfoca en las percepciones de xenofobia y discriminación hacia personas migrantes de Venezuela, concretamente en tres países, en Colombia, Ecuador y Perú. Luego, Ximena Castilblanco, de la Colectiva Feminista Volcánicas, compartio su experiencia desde la comunicación digital feminista en la lucha por los derechos y libertades de las mujeres migrantes nicaragüenses en Costa Rica con su ponencia “Resiliencia y resistencia: El Poder de la Comunicación Feminista en el Exilio”. Gabriela Barzallo, de LatMedia, examinó la “Cubriendo la feminización de la tercera ola migratoria ecuatoriana a EE. UU.”, mientras que Alina Herrera, de Rosa Luxemburgo, aportó su visión sobre “Cuba, mujeres y migración. Cruzando el Río Bravo desde Nicaragua”.
Cifras que cuentan historias
Durante esta mesa se compartieron datos que nos revelan la complejidad de las migraciones en Abya Yala, ofreciendo una perspectiva clara sobre las realidades que enfrentan millones de personas en movimiento. El Reporte Mundial de Migración de la Organización Internacional para las Migraciones del 2024:
- La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estimó en 2020 qué 281 millones de personas estaban en movilidad a nivel mundial, lo que representa un 3,6% de la población global, de las cuales 135 millones son mujeres.
- América Latina y el Caribe acogieron a aproximadamente 14,8 millones de migrantes internacionales, lo que equivale al 5% de la población mundial migrante.
- 25 millones de personas de América Latina viven y trabajan en Estados Unidos. 5 millones más en Europa.
El estudio “Entre la empatía y el rechazo. Percepciones sobre la migración venezolana en Colombia, Perú y Ecuador”, de Oxfam reveló que:
- Las percepciones sobre la migración venezolana en Colombia, Ecuador y Perú son ambiguas; si bien hay cierta empatía por las causas de la migración, persiste un rechazo generalizado, vinculado más a la pobreza que a su condición de extranjeros.
- La migración venezolana genera tensiones en Colombia, Ecuador y Perú, donde 7 de cada 10 personas creen que las leyes migratorias son demasiado laxas. A pesar de su potencial para aumentar el PIB entre 2,5 y 4,5 puntos porcentuales para 2030, persisten temores sobre la pobreza y la delincuencia.
Otros países de América Latina
- Desde mayo de 2018 hasta mayo de 2024, 232,688 nicaragüenses han solicitado refugio en Costa Rica, según datos de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) de Costa Rica.
- Hasta octubre de 2024, 278 periodistas nicaragüenses han sido forzados al exilio desde 2018, debido a leyes restrictivas y la criminalización de su trabajo. Esto ha resultado en el cierre de medios de comunicación y el despojo de la nacionalidad de muchos activistas y artistas, según la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia.
- En Ecuador, según datos de la Encuesta Nacional de Migración, el 48% de los migrantes ecuatorianos son mujeres, muchas de las cuales son jefas de hogar. Esto se refleja en un cambio en la dinámica familiar, donde las mujeres asumen un papel más activo en la economía familiar y en la toma de decisiones.
- Entre diciembre de 2023 y enero de 2024, más de 310.000 personas se encuentran desplazadas internamente en Haití. Más de la mitad de ellos, 172.300, son niños y niñas. En 2020, vivían casi 731.000 inmigrantes haitianos; y 500 mil en República Dominicana, según datos del Banco Mundial.
- En México, la población inmigrante aumentó en un 123%, entre el 2000 y 2020, según datos oficiales de ese país.
Desafíos en las narrativas migrantes
La presentación de Gloria García Parra, directora regional de Oxfam, durante su ponencia recalcó cómo persisten prejuicios hacia las personas migrantes venezolanas, a quienes se les asocia con la precarización laboral, y cómo prevalecen las narrativas que los responsabilizan de la inseguridad y la delincuencia. Esta estigmatización dificulta la empatía y aceptación en las sociedades de acogida.
En su intervención, Ximena Castilblanco resaltó los retos de narrar las experiencias de migrantes nicaragüenses en un país que, desde el Estado de Nicaragua, ha impuesto leyes restrictivas y ha llevado a cabo constantes ataques a la libertad de expresión. Estos riesgos de persecución y encarcelamiento complican la visibilización de estas historias. Ante este contexto, destacó la importancia de generar espacios seguros en Costa Rica, donde la población migrante, especialmente las mujeres, pueda compartir sus vivencias sin temor y ejercer plenamente sus derechos, sin miedo a la represión o la violencia.
Gabriela Barzallo señaló que las mujeres migrantes ecuatorianas en Estados Unidos enfrentan estigmatización en los medios, que las retratan como generadoras de inseguridad y cuestionan sus roles como madres. Resaltó la necesidad de que los medios ecuatorianos amplíen su enfoque para reflejar la realidad de los millones de ecuatorianos que construyen nuevas identidades fuera de su país. Además, propuso fortalecer redes de colaboración entre periodistas de América Latina y Estados Unidos para ofrecer coberturas más completas y humanas, subrayando que “no hay persona ilegal” y que las historias migratorias deben contribuir a desmontar estereotipos y dignificar a sus protagonistas.
Finalmente, Alina Herrera destacó que la migración cubana expone a las personas, especialmente a las mujeres, a situaciones de extrema precariedad, señalando que «la pobreza está racializada antes de emigrar», lo que implica que las mujeres, particularmente las racializadas, enfrentan mayores obstáculos para acceder a recursos esenciales, además de sufrir violencia de género y enfrentar barreras adicionales debido a la falta de recursos propios. Según Alina, estas experiencias subrayan la urgencia de políticas migratorias que aborden las vulnerabilidades específicas de las mujeres en rutas irregulares.
El taller virtual sobre migraciones en el Zarelia 2024
En octubre de 2024, el taller virtual Narrar las migraciones en clave feminista, de derechos humanos convocado por Festival Zarelia, Wambra Medio Comunitario, en colaboración con Oxfam; reunió a 60 participantes, principalmente mujeres comunicadoras, periodistas y defensoras de toda América Latina y el Carinbe. Este espacio dinámico permitió cuestionar y replantear cómo contar las historias de las personas migrantes, promoviendo una mirada más ética y empática.
El taller comenzó con la moderación de Verónica Calvopiña y Gabriela Peralta, de El Churo, seguida de la presentación del informe de Oxfam por Loiralith Chirinos, quien compartió un análisis sobre la migración venezolana. Posteriormente, Ximena Castilblanco, cofundadora de la Colectiva Feminista Volcánicas, facilitó la sesión, guiando a los participantes en la construcción de narrativas migratorias más justas y sensibles. Los objetivos del taller incluyeron reflexionar sobre el papel del feminismo en la creación de narrativas migratorias, analizar los derechos humanos como base para las coberturas periodísticas, y explorar herramientas para contar historias de migración de forma digna. Además, se fomentó la co-creación de alternativas narrativas que humanicen la migración y destaquen las historias de resiliencia, especialmente de las mujeres migrantes.
Oportunidades para narrar las migraciones
El taller virtual «Narrar las migraciones en clave feminista, de derechos humanos” realizado en octubre de 2024, impulsó una visión transformadora sobre las narrativas migratorias, invitando a abandonar la concepción de la migración como un “problema” y a verla como una oportunidad para reconocer la dignidad, resistencia y complejidad de las personas migrantes, especialmente de las mujeres. Este enfoque permite que las migraciones sean narradas en clave de oportunidad, promoviendo relatos que destacan las luchas y esperanzas de sus protagonistas, y ofrecen una poderosa herramienta de resistencia e información que reivindica sus voces en el espacio público.
¿Cómo narrar las migraciones desde una perspectiva feminista, de derechos humanos y enfocada en soluciones?
Una de las propuestas clave durante el taller fue la creación de espacios seguros para que las mujeres migrantes y exiliadas puedan compartir sus experiencias de forma libre y sin riesgos. Además, se discutió la importancia de formar y capacitar a las personas migrantes en habilidades de comunicación y medios, para que puedan narrar sus propias historias y desafiar las representaciones unilaterales que históricamente han existido sobre ellas.
- Adoptar un enfoque feminista e interseccional: Narrar las historias de mujeres migrantes significa reconocer las múltiples opresiones que enfrentan debido a su género, su estatus migratorio, su orientación sexual o su etnia. Este enfoque permite visibilizar las luchas y reivindicar los derechos de las mujeres migrantes, mientras se promueve una sociedad más justa e inclusiva.
- Garantizar rigor y precisión en la información: Para evitar la propagación de estigmas y prejuicios es fundamental que la cobertura migratoria se base en datos verificables y fuentes confiables. Utilizar un lenguaje claro y accesible es esencial para comunicar las realidades de las personas migrantes de forma precisa y respetuosa, evitando el sensacionalismo que reduce la migración al término «problema», un concepto que suele enmarcarse dentro de una narrativa de crisis que solo se resuelve con medidas drásticas.
- Promover la participación y visibilización activa: Involucrar a las mujeres migrantes en todas las etapas de creación de contenido es clave. Esto no solo mejora la precisión de la narrativa, sino que también les otorga un protagonismo genuino en la representación de sus propias historias. Además, la formación y capacitación en habilidades de comunicación y medios es una herramienta valiosa para empoderar a las personas migrantes.
- Utilizar lenguaje inclusivo: El lenguaje puede incluir o excluir. Para evitar caer en representaciones que marginen o deshumanicen es fundamental utilizar un lenguaje inclusivo que reconozca la diversidad de las experiencias migratorias. Este enfoque permite construir un discurso más respetuoso y más amplio, que abra espacios para todas las voces.
- Destacar historias de resiliencia: Es esencial enfocarse en las narrativas de resiliencia y fortaleza, más allá de la victimización o la desesperación. Las historias de superación de las personas migrantes reflejan no solo la adversidad, sino también su capacidad de resistencia y adaptación ante situaciones extremas, lo que contribuye a crear una imagen más completa y justa de la migración.
- Investigar riesgos físicos y digitales: Cuando se abordan historias de migración, especialmente en contextos tan vulnerables, es necesario investigar los riesgos que pueden enfrentar las personas migrantes al ser retratadas. Es fundamental proteger su seguridad física y digital, garantizando que sus historias no expongan a las personas a peligros innecesarios, sino que se cuenten de forma que las respete y las resguarde.
A partir de los trabajos en grupo durante el taller virtual, exploramos el poder de los medios en la construcción de imaginarios sobre la migración y el rol que tiene el periodismo en desafiar o perpetuar estigmas. Coincidimos en que la migración debe entenderse como un proceso histórico, y no como un problema, abordándola desde una perspectiva humana y empática para lograr una comprensión más justa. Así, el periodismo con enfoque de género y derechos humanos es fundamental para visibilizar las realidades de las personas migrantes y fomentar una narrativa transformadora.
Sin duda, el taller y la mesa de diálogo en el Festival Zarelia han abierto un nuevo eje de reflexión sobre la migración, resaltando la importancia de construir narrativas inclusivas y transformadoras desde el periodismo y los feminismos. Este esfuerzo ha reunido diversas voces y perspectivas, convirtiéndose en un espacio clave para repensar el rol de los medios en la representación de las personas migrantes, visibilizando sus historias desde un enfoque más justo y humano. Al centrar el diálogo en la dignidad y la resistencia de las personas migrantes, se plantea un periodismo que va más allá de lo informativo y se convierte en una herramienta de justicia social.
Esperamos que estos espacios colaborativos se mantengan y fortalezcan en futuras ediciones del Festival Zarelia, promoviendo un compromiso común para construir sociedades en las que la sostenibilidad, los cuidados y la igualdad sean pilares fundamentales en nuestra región. Como comunicadoras, tenemos la responsabilidad de contar historias desde una perspectiva de dignidad y respeto, visibilizando las vulneraciones de derechos humanos que enfrentan las mujeres migrantes y los retos en los países de acogida. Encuentros como estos no solo consolidan nuestros vínculos como comunicadoras y periodistas, sino que también nos inspiran a desafiar estigmas y a explorar narrativas más justas y esperanzadoras, contribuyendo a un periodismo comprometido con la justicia y la equidad en Abya Yala.